sábado, 23 de abril de 2011

DEL HABITO, DE LA CRUZ Y DE CIERTAS OBLIGACIONES DE LOS CABALLEROS, FÁMULOS Y ARMÍGEROS DE LA ORDEN

web original del artículo.


El
hábito de los caballeros templarios era una túnica de lana blanca semejante a la de los antiguos cistercienses, según se ve por el cap. XX y siguientes de la regla; y más adelante por los años de 1146 el Papa Eugenio III aprobó que llevaran una cruz de paño rojo sobre sus capas blancas y también en sus estandartes.

Acerca la forma de la cruz de los templarios son varias las opiniones de los autores. Unos dicen que en un principio no llevaron cruz, y que la primera que usaron fue una patriarcal de grana, es decir, con dos travesaños, cosida en las capa sobre el hombro izquierdo; otros que era una cruz octágona, lo que tal vez provendría de haber confundido los templarios con los hospitalarios u orden de San Juan de Jerusalén o Malta, orden militar fundada por aquellos tiempos en la santa Ciudad, los cuales la llevaban verdaderamente octágona y blanca sobre el manto negro. Pero de todos modos, nosotros, respetando las opiniones expuestas, creemos con el señor Campomanes y muchos otros autores, que la cruz usada por los templarios, a lo menos en nuestra España, fue una cruz roja sencilla de paño de igual forma que la representada en la lámina, la que generalmente llevaron los cruzados; y acaba de obligarnos a pensar así, el verla de la misma manera figurada en algunos de los escudos de armas de los templarios que hemos examinado, y se conservan en edificios que les pertenecieron.

Acerca el color del hábito, suscitáronse en un principio terribles riñas y disputas entre los templarios y los caballeros teutónicos, otra orden militar fundada en Jerusalén después de aquella, y de los hospitalarios. Los teutónicos dieron en usar vestiduras blancas, de lo que se quejaron los templarios, y consiguieron de Inocencio III que prohibiese dicho uso a los teutónicos; pero no habiéndose esto verificado, el Patriarca de Jerusalén cortó la disputa, disponiendo que los templarios pusiesen sobre sus capas una cruz de paño encarnada, y los teutónicos la llevasen negra.

Los templarios y sus fámulos llevaban el pelo corto, lo mismo que las melenas y la barba, según resulta de los cap. XXVIII y XXIX de su regla.

Usaban camisa y calzoncillos que no debían quitarse ni para dormir. Ningún caballero podía tener más que tres caballos, a no ser con permiso especial del gran maestre, y un sólo armígero o criado para cuidar de sus armas. No podían usar pectorales, espuelas, frenos, estribos, ni cosa alguna de oro o plata, a no ser que les fuesen dadas de caridad. Tampoco les era permitido usar rostrillos ni lazos.

Sólo podían comer carne tres días a la semana, guardando abstinencia los lunes, miércoles y sábados. Solían comer de dos en dos en una mesa, aunque reunidos muchos en una misma pieza.

Cada templario dormía solo en su cama, que se componía de jergón, sábana y cobertor, no pudiendo faltar nunca luz en el dormitorio o pieza en que dormían los hermanos.

Les era privado tener llave en las maletas cuando se hallaban reunidos. Sin permiso del gran maestre no podían escribir ni recibir cartas. Debían tener obediencia perpetua al gran maestre o al que hacia sus veces, ejecutando sus mandatos sin tardanza y como si Dios lo mandara. No podían andar nunca solos, ni de noche. Les estaba privado cazar con ave.

Por el cap. LI de su regla era lícito a todos los caballeros profesos poseer tierras, casas, hombres y labradores, pudiendo gobernarlos por sí mismos; y por el LXVI se les permitía tener diezmos.

Los fámulos o sirvientes de los templarios debían usar vestidos negros o del color mas oscuro que fuese posible hallar en el país donde estuviesen, para distinguirse de los caballeros, como resulta del cap. XXI de sus estatutos.

En la misma religión podía haber hermanos y caballeros casados, cuyos bienes podía heredar la orden; pero a estos no les era permitido vivir en la misma casa con los que guardaban castidad.

sábado, 9 de abril de 2011

“El que es un soldado del Temple, es un soldado de Dios”

Artículo escrito por: Eva Castillo Carón


Así comienza el código de honor de los Templarios. . Tal vez sea este principio el que mejor define su realidad histórica. Desde su fundación en 1118, , “La Orden de los pobres caballeros de Cristo y del templo de Salomón “, así se llaman en realidad, ha estado salpicada de misterio, y sobre todo de poder. Esa fue la única razón para que los Templarios fueron perseguidos y exterminados por Felipe IV de Francia en 1315. Entre ambas fechas se extiende un largo camino al recorrerlo encontraremos nombres como Hugo de Payens, Godofredo de Saint-Omer, Robert de Craón, e incluso San Bernardo de Claraval.

Hugo de Payens, Godofredo de Saint-Omer, San Bernardo de Claraval.fueron tres nombres claves en la creación de la Orden.


Hugo de Payens, uno de los nueve caballeros fundadores de la orden, nació allá por 1080 y murió el 24 de mayo de 1136. Su lugar de origen es controvertido. Un acta encontrada en 1897 declara que nació en Mahun, en la comuna de Saint-Symphorien en Ardeche, cerca de Annonay. Desde muy joven, sintió vocación religiosa, pero a la vez, quería luchar en las cruzadas. Una vida dedicada a la contemplación en un claustro le resultaba tan poco atrayente, como la lucha en el campo de batalla sin devoción cristiana.

Lo ideal seria conseguir unir las dos sendas y de alguna manera conseguir que la lucha llevada a cabo en las cruzadas , por liberar Tierra Santa, fuera en si misma un acto de oración. Parece algo contradictoria, pero no olvidemos que las cruzadas fueron predicadas como actos de Fe, y que aquellos que morían en combate recibían el perdón de sus pecados y la vida eterna en premio a su sacrificio. Fue éste espíritu, el que motivó a Hugo de Payens a forjar la idea de crear una Orden Militar Religiosa, monjes a la vez que guerreros de la Fe. De hecho, no tardó en encontrar al menos ocho seguidores que compartían esos sentimientos y que además contaban con experiencia en las cruzadas.

El primero de los nuevos hermanos, fue Godofredo de Saint- Omer., quien junto con Hugo de Payens, guardaban a los peregrinos que visitaban Jerusalén, Así como los pozos de agua potable . Los dos caballeros compartían una misma montura y esta imagen llegó a ser tan popular en aquel tiempo, que dio lugar más tarde a un sello templario. Sin embargo, hay quien afirma que la imagen no representa el voto de pobreza que realizaban los templarios al ingresar en la Orden, sino un secreto que compartían dos caballeros.

El 25 de diciembre de 1119, Hugo de Payens y Godofredo de Saint-Omer, pronuncian sus votos ante el rey Balduino II de Jerusalén. Igual que los clérigos, ambos pronunciaron votos, de pobreza, castidad y obediencia. omprometiéndose igualmente a proteger, como hasta entonces, los caminos de la Ciudad Santa. El rey les otorgó un ala de su palacio situado en el recinto del antiguo Templo de Salomón, donde en otro tiempo estuvieron las caballerizas. A raíz de lo cual, adoptaron el nombre de : “ Orden de los pobres caballeros de Cristo y del Templo de Salomón”,

Los peregrinos se referían a ellos como “ Los caballeros del Templo “, y más tarde “ los Templarios “.Otros siete caballeros se unieron a la Orden del Templo, también pronunciaron sus votos. Entre ellos Hugo de Champagne, quien no pronunciaría sus votos definitivos hasta 1126, tras donar sus tierras a la abadía de Claraval En total fueron 9 los fundadores de la Orden.Entre 1126 y 1227, Hugo de Payens, Gondemare y André de Montbard viajan a Occidente llevando dos cartas del rey Balduino II, una para el Papa Honorio III, Otra para el Abad Bernardo de Claraval.En la segunda carta, el rey de Jerusalén, solicitaba al Abad de Claraval, que intercediera por los pobres caballeros ante el Papa para que se les concediera el poder formar una Orden Militar Religiosa conforme los requisitos de la Iglesia en aquel tiempo. Además los Templarios no tenían regla definida de vida, y eso podía ser un obstáculo para su reconocimiento oficial.

Gracias a San Bernardo, el Temple tuvo una regla d derivada del Cister, orden a la que pertenecía el Abad con 79 puntos entre los que se incluía la defensa de Tierra Santa del poder sarraceno, y la defensa de la Fe. Aborreciendo prácticas infieles, como la cetrería , la caza, o la sodomía. También del Cister tomaron los Templarios el color blanco de sus mantos,El 13 de enero 1128, se celebró el concilio de Troyes. Inspirado por San Bernardo, en el se aprueba la regla de la Orden. Además se precisa que “ Los Templarios “ únicamente obedecen a su Gran Maestre y al Papa.

“ La Orden de Los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón “, queda legalmente constituida ante la Iglesia.Hemos dicho al principio de la página que la Orden del Temple, estuvo desde un principio salpicada de misterio, y en efecto así es. Fueron famosos por guardar un secretismo absoluto sobre sus ritos. Lo cual hizo “volar” la imaginación de más de uno. Lo cierto es que los templarios parecían estar en posesión de un tipo especial de verdad, y aunque no fuera en sí misa maldita, ni diabólica, como se creyó en su momento, es aconsejable recibir una cierta preparación previa a su conocimiento, de ahí, probablemente es secreto hacia los profanos.



¿Habrá justicia editorial para Los Templarios?

Corte papal en Chinnon (Francia) S. XIV

Se mire como se mire, desde cualquier ángulo, el rumor que puede difundirse sobre alguien va a pesar más, a la hora de valorar sus actos, que ellos mismos. Por si faltaban ejemplos en la historia, tenemos ¿Cómo no? el caso de Los Caballeros Templarios, quiénes hoy por hoy, a pesar de haberse encontrado y publicado las cartas del Papa Clemente V exonerándolos de todas las acusaciones, siguien siendo muchos los autores que se "forran" a costa de aquel montaje histórico.



El "pergamino de Chinnon" descubierto en 2001 por por la investigadora Barbara Frale, revela la voluntad del Papa Clemente V, de exculpar a Los Templarios.

Creo, y de hecho éste es un artículo personal donde deseo exponer mis ideas más básicas, que dejando lo moral e inmoral de dicho asunto al juicio de quien tenga paciencia para leerme, no deberíamos de pasar por alto un mensaje infinitamente más importante; ¿Se sigue vendiendo fantasía a precio de información? Se que acudirá a la mente de muchos de mis lectores un sorprendente "respingo" que seguramente irá acompañado de una ingénua sonrisa, ante una pregunta que peca, por lo bajo, de ingenua, o tal vez, llegue a alcanzar un nivel más alto y se considere sólo el hecho de preguntar semejante cosa, que quién esto se plantea debe conocer muy poco la realidad de éste embarullado mundo actual. Este es el motivo principal de que se me haya ocurrido incluir una infantil reflexión sobre la realidad supuestamente histórica de La Orden del Temple.

Me gustaría que quienes lean éste blogg contesten a modo de breve comentario, si creen que La Orden va a vivir a partir de éste momento una justicia editorial, o permanecerá como elemento de discusión en habitaciones teñidas de claroscuro, y ahora que lo pienso ¿Qué tal se vende un libro rigurosamente histórico que aleje a Los Templarios de sus corredores ocultos, y sus ritos herejes? ¿USTEDES COMPRARÍAN ALGO ASÍ?